El barrio ´´once`` de Buenos Aires es un submundo del comercio, una suerte de mercado persa que tiene lugar en misteriosos edificios con oscuros departamentos. Lo que nadie se esperaba es que, aparte de poder conseguir aparatos electrónicos chinos y ropa barata, también tenían acceso a excéntricas serpientes. La unidad de Delitos Ambientales de la policía de Argentina allanó un domicilio donde se encontraron 219 serpientes destinadas a la comercialización, entre ellas dos pitones bola, boas esmeralda -especies muy atractivas por sus contrastes de colores intensos- 19 huevos, entre otras genéticas, fueron secuestrados y trasladados a un serpentario para evaluar su estado general.
“No conocemos de dónde provienen los ejemplares. Estas especies deben estar en su hábitat natural; no deben ser comercializadas”, aseguró el ministro de Ambiente de Argentina, Sergio Bergman.
El valor del lote encontrado en el piso de apenas dos ambientes oscila entre los 400.000 y 500.000 pesos (unos 22.000 dólares). Se calcula que el valor de las dos pitones halladas ronde los 1.200 y 1.500 dólares.
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